domingo, 16 de marzo de 2014

Primera PED de Historia Antigua Universal II

Mi primer trabajo de evaluación de la asignatura de Historia Antigua Universal II, del primer Grado de Geografía e Historia con una calificación de 9.




lunes, 3 de marzo de 2014

El Devónico en el Baix LLobregat

Hacía tiempo que teníamos planeado mi vecino y gran amigo Juan Manuel Torres (geólogo y paleontólogo), y yo, realizar una salida para descubrir el interesante mundo de la geología y paleontología local. Ha sido una tarde bastante provechosa donde he aprendido varias cosas interesantes e importantes, no solo en el campo de la geología y paleontología, sino aplicables también a la arqueología, como el conocimiento de las diferentes sucesiones de estratos y sedimentos, que determinan una época determinada en el tiempo. Primeramente Juan Manuel me ha mostrado el mapa geológico del lugar y donde nos ubicábamos era la zona marcada en rojo correspondiente al Triásico, entre los 252 a 201 millones de años.



En esta zona predominan las formaciones de conglomerados de cantos rodados, cuarcita, limonita, arcilla, junto con algunos estratos de arenisca compactada, y sedimentos arcillosos de grano fino, medio y grueso.


Cerca de la ermita de Brugués, encontramos arenisca compactada con marcas provocadas por la acción eólica e hidráulica. También se aprecian esas marcas en los muros de la ermita, la cual aprovecho este tipo de roca como materia prima próxima, aunque no todas eran de arenisca, como se puede comprobar en una de las fotos.



Del Triásico nos desplazamos a la zona de estratos del Devónico, para dar con fósiles de dicha era. Primeramente Juan Manuel me mostro algunos de los fósiles que tenia, empezando por mostrarme los Graptolitos, que eran colonias de organismos vivos tubulares (parecido a corales), en las que en cada tubo o extremidad vivía un individuo o espécimen vivo. Estos organismos tenían una antigüedad en torno a los 430 millones de años.


Me mostró también a los Crinoideos, un equinodermo, ancestro de los lirios de mar, con ramificaciones, tallo (o pedúnculo) y raíz, que les permite vivir fijos en el fondo del mar, a una profundidad de 200 metros. Otras especies como los comatúlidos, se mueven lentamente por encima de los 200 metros de profundidad.


Mientras seguíamos nuestro camino en busca de fósiles del Devónico, me detuve en una curiosa formación rocosa desprendida de la montaña con unas concavidades formadas por acción eólicas llamadas Tafonis. Por supuesto me tome la foto de rigor. Gracias Juan Manuel.


Posteriormente nos detuvimos en una roca caliza que parecía tener restos interesantes. Empezamos a ver pequeñas marcas fosilizadas alargadas y anilladas, identificadas como pequeños restos de Orthoceros del Devónico.


El Orthocero era un molusco cefalópodo (parecido a un calamar) que presentaba una concha cónica y alargada que cubría todo su cuerpo. Algunos ejemplares llegaron a tener un gran tamaño (casi de largo como “un autobús”), aunque tenían tamaños muy variados.


Encontramos algunos restos de la sección cónica de este cefalópodo fosilizados en la gran roca, como si fuera un mural detenido en el tiempo, con una antigüedad de 430 millones de años. Fue el resto animal más antiguo que mis dedos han tocado en mis 41 años de vida, y resulta increíble, que esto lo tuviera a tan pocos kilómetros de mi hogar. Una magnifica “instantánea” petrificada en el tiempo, de una especie, que no sólo vivía en el Devónico, sino que se extendió desde su aparición en el Ordovícico (hace 477 millones de años), hasta su desaparición en el Triásico (hace 250 millones de años).


Para finalizar, me gustaría agradecer desde aquí, a Juan Manuel Torres por su amabilidad e interés en compartir esta experiencia y en comenzar un interesantísimo intercambio de conocimientos en unas disciplinas, nada dispares, sino complementarias y necesarias para conocernos, no solo a nosotros mismos, sino todo nuestros entorno, el origen y el armonioso orden evolutivo, algunas veces caprichoso, pero sin duda magnifico y espectacular.